Todas las crisis nos hacen reflexionar, observar, pensar, analizar … y generalmente al final nos encontramos con un camino diferente al que le damos de nuevo un mayor valor. Con esta nueva crisis de la Covid-19, la naturaleza nos está haciendo ver su lado más terrible pero a la vez también el más bello, en la que nos reclama de nuevo los objetivos smart y nuestra implicación con el medio ambiente.
Afortunadamente no podemos tenerlo todo previsto y la vida nos sorprende para bien y para mal cada cierto tiempo. En estos momentos el mundo entero esta “en pausa” como consecuencia de la Covid-19 y muchas personas están sacando reflexiones sobre la situación. Ahí va la mía, parece ser que hay un consenso generalizado acerca de que estamos estropeando de forma acelerada nuestro entorno y que se acerca una catástrofe medioambiental sin precedentes. Pero estos días de confinamiento nos están demostrando que la naturaleza es sabia y que a pesar del estropicio que le estamos infringiendo ella por si sola sabe recuperarse y regenerarse.
Imaginemos qué podría suceder si nosotros ayudásemos activamente a esta recuperación medioambiental, ganaríamos tiempo en su recuperación y calidad de vida para todos nosotros. Y ¿qué papel juegan aquí los objetivos Smart? Muy fácil, apliquemos sus principios a recuperar nuestro entorno:
- (S) Objetivos específicos, concretos y claros.
- (M) Medibles, para que podamos comprobar su evolución.
- (A) Alcanzables, no utópicos.
- (R) Resultado, orientados a la búsqueda de un resultado.
- (T) Tiempo, previstos para un tiempo determinado.
Esta experiencia nos deja una enseñanza muy clara; aprendamos de las experiencias pasadas para no cometer los mismos errores. Estamos ante una oportunidad única para empezar una nueva forma de ver y hacer las cosas.